
“Se celebra cada año en Pinofranqueado el día 30 de noviembre. Es una fiesta más comercial que religiosa. Acude gente de tos los pueblos cercanos a proveerse de herramientas, ropas, calzaos y enseres para la matanza, que en sus tiempos significaba el sustento de todo el año”.
“A primera hora empieza a llegar un bullicio de gente con ganas de comprar y guspetear lo que hay”.
“Vienen del río del Pino, de las Hurdes y de tos los encortornos cercanos.
«Está to apetao de puestos y tenderiquis, desde el Pino alto y los Cuatro Caminos hasta la plaza de la Reina Victoria”.
Los detalles concretos han cambiado. El bullicio, no. Pero aquellos recuerdos añaden destellos de emoción a la voluntad consumista del mayor mercado hurdano.
Ver Francisco Barbero. Zacarías, un arriero en Las Hurdes (Catálogo AlmaHurdes 2022). Páginas 178 – 181